Autónomos, pymes, grandes empresas, y ¡también particulares!, cada vez más personas apuestan por el renting, por todas las ventajas y comodidades que supone. Si quieres descubrir cómo elegir bien tu coche en renting, te damos todas las claves para que consigas el vehículo y el contrato que se adapten como un guante a tu situación.
¿Qué uso le voy a dar al vehículo?
Cada contrato de renting es diferente, porque en cada uno de ellos se reflejan las necesidades específicas del cliente. Por eso conviene tener claro qué necesitamos antes de firmar un tipo de contrato u otro, y pedir siempre presupuesto.
Dos de los aspectos fundamentales que debes tener en cuenta son la duración del contrato y el número de kilómetros estimados que conducirás con el coche. La duración habitual de los contratos de renting varía entre uno y cinco años, y el número de kilómetros estimados se calcula por tramos. Por tanto, tu primera misión para elegir bien será calcular estos dos factores.
¿Contrato cerrado o renting flexible?
No pasa nada si no sabes con exactitud cuántos kilómetros harás o cuánto tiempo necesitarás el coche. Aunque siempre es necesaria una estimación inicial para realizar un contrato, el renting flexible con contratos abiertos, te permite modificar las condiciones de renting sin ninguna penalización, a diferencia de los contratos cerrados, en los que tendrás que pagar un sobrecoste si modificas las condiciones o conduces más kilómetros de los acordados.
En consecuencia, si tienes muy claras y estudiadas tus necesidades, quizá un renting cerrado sea una buena opción para ti; en cambio, si tienes un negocio estacional, utilizas el coche para trayectos diferentes, o no puedes prever todas las necesidades que te van a surgir, lo mejor para ti es un renting flexible.
¿Qué servicios debe incluir?
Una de las ventajas del renting es que te permite olvidarte de todos los trámites, papeleos, revisiones, y gestiones en general que conlleva la compra y el mantenimiento de un vehículo propio. Por eso, y aunque siempre debes poder elegir los servicios incluidos en tu cuota de renting, los más recomendable es que el contrato cubra el mayor número de servicios posible: el seguro a todo riesgo, la ITV, los recambios por desgaste, el coche de sustitución, la gestión de multas, el pago de impuestos, la asistencia en carreteras, el GPS, etc.
¿Qué tipo de vehículo necesito?
Antes de lanzarte a elegir el coche que siempre has deseado tener, piensa primero en las necesidades reales, y después en la estética. ¿Cuánto espacio necesitas? ¿Llevarás pasajeros habitualmente, o sacarás más partido a la zona de carga? ¿Transitarás por carretera y ciudad, o necesitas un vehículo que responda bien en caminos y en tierra?
Quizás te puede interesar:
- REPARACIÓN DE TU VEHÍCULO DE RENTING
- CÓMO CAMBIAR UNA RUEDA FÁCILMENTE
- EL MIEDO A LOS VEHÍCULOS DIÉSEL AFECTA AL RENTING
Aunque con un contrato de renting flexible siempre puedes modificar o cambiar las características de tu flota, conviene meditar si para tu actividad es más conveniente un turismo o un SUV, o un pick-up frente a una furgoneta. Además, si necesitas accesorios especiales, como bandejas transportadoras, accesorios isotermos, bacas, enganches, etc. puedes incluirlo en el contrato desde el primer momento.
¿Qué combustible me compensa más?
No es ni mucho menos una decisión baladí, decantarse por la mejor opción puede suponer miles de euros de ahorro… Si vas a circular por carretera, con un uso intensivo y el vehículo es pesado, la mejor opción suele ser el diésel; en cambio para trayectos más reducidos, con un velocidad moderada y coches más ligeros, la gasolina suele ser más rentable. En cambio, si casi siempre vas a circular por la ciudad, un híbrido o un coche eléctrico no solo pueden ahorrarte dinero, sino que también pueden facilitarte el aparcamiento y la circulación en las ciudades con protocolo anticontaminación.
Si puedes contestar a estas 5 preguntas, ya solo te queda pedir un presupuesto y empezar a disfrutar -en menos de 24 horas- de tu nuevo coche de renting. ¡Buen viaje!